Cambio de perspectiva

Había pensado en escribir este post desde el miércoles que empecé a salir en la bici, pero la verdad es que la procrastinación no me había dejado hacerlo. Ese día me dí cuenta de cómo cambian las cosas cuando estás de un lado u otro en una situación cualquiera. Por ejemplo, lo que siempre dicen los papás, de que "lo entenderás cuando seas padre", "lo entenderás cuando tengas a tus hijos", también algo parecido lo utilizan los maestros en cierto momento en que ya han perdido el control de la situación en sus aulas, cuando ofrecen el discurso al mismo tiempo acusador y esperanzado, tratando de lograr lágrimas y arrepentimiento. En fin, yo de lo que me dí cuenta es de la poca o nula cultura vial que tenemos la mayoría de las personas en México, y me refiero a mi país porque sé que en algunos otros no es así. Iba yo en la bici, y muy pocas personas me dieron preferencia para atravesar alguna calle, un viejo con cara de perro chato con babas y todo, me echó el coche encima al querer adelantarse a mí para dar vuelta en una calle, la mayoría de los conductores ni siquiera parecen saber para qué son las rayas amarillas que atraviesan de esquina a esquina... sencillamente, a ver si su coche queda a la medida sobre esas rayitas chistosonas. Yo, bastante geniudo y amante de la controversia, no pude aguantarme las ganas de tocarle en la ventanilla a un distraído para que leyera mis labios "rrr - a - yyy - a -sss", al tiempo que señalaba para que viera que no me permitía pasar. Claro, yo podría haberme acercado más a la avenida que cruzaba, y arriesgarme a que me dieran un espejazo, pero no se me dió la gana. Lo peor del caso es que... Oh, shame on me... yo también lo he hecho. Creo que cuando voy en mi coche, no lo hago por maldad, ni por fastidiar gente, ni nada parecido, pero creo que muchas veces he visto como una molestia a los ciclistas y motociclistas, y aunque no haga cosas tan nacas y bajas como echarles el coche en una vuelta continua o algo asi, por lo menos he dicho para mis adentros "maldito ciclista, por qué no te vas a un parque, estooooorrrrbasss!" - En realidad lo pienso con palabras más fuertes, pero no voy a lucir mi lenguaje pintoresco aquí. En fin... sería bueno ponernos en los zapatos de los demás, sobre todo porque de repente se nos puede dar la gana estar ahí, no crees? - O peor aún.... nos podemos ver obligados a estar del otro lado.