No sólo me gusta verme guapo, también me gusta verme como si fuera culto

Así que hoy fui a la ópera. My nite at the opera. ¿Que si me gustó? - Pues claro que me gustó, yo sé apreciar el arte y ... eso... Estuvo chido. ¿Que si le entendí? - Aaaah por favor... pues... claro... bueno... algunas cosas... como cuando dijo... eso del... mmm... bueno, es que estaba en otro idioma!
Mañana les platico de todo eso de la magia de la ópera y la belleza de la música y la gorda que canta cuando se acaba, y los viejos histéricos que me molestan y todas esas cosas que pasan en ese "ambiente". Ahorita estoy como que cansado, sabe qué modo. Como que no me hallo, ¿ya sabes?

Si yu leiter

Domingo, 31 de Julio 2005.

Finalmente me decidí a terminar este post. Pues ya te cuento, mi amiga E consiguió los boletos para la ópera Gianni Schicchi (se pronuncia Skiki, no sea naquito), de Puccini (se pronuncia Puchini, ok?). Quedé de pasar por mi amiga a las 19:30 hrs porque había que recoger los boletos a las 20:00 en las taquillas del teatro Diana, así que ahí voy yo, bien bonito, bañado, peinado, acicalado, y confiadísimo en mis habilidades como conductor, salgo de mi casa a las 19:15... y me topo con tremenda tormenta, y, para variar, inundaciones rodeandome por todos los flancos. Por supuesto avenida Patria no se salvó, en su cruce con Beethoven. Así que ahí voy, a dar un rodeadero. Tuve que llamar para no dejar de ser un caballero y decirle "pues te vas a tener que lanzar tú por los boletos, ahí te caigo!" - Caray, no me quedó de otra!
Total que para no hacer el cuento largo, llego al teatro Diana y por supuesto, un suplicio estacionarse. La función empezaba a las 20:30, y se supone que no te dejan pasar después de 10 minutos de iniciada la obra. Yo encontré un lugarcito bien custodiado por uno de esos seres "vieneviene" a las 20:25... así que ahí voy yo, perdiendo todo el estilo, corriendo y saltando charcos para llegar a la función. Pues bueno, la libré a fin de cuentas. La ópera no es así como que mi máximo, pero sí me gustó esa puesta en escena. Había muchos monitos y monitas cantando en italiano, y de repente entendía una que otra palabra. Lo más divertido de todo fue cuando me recargué en el barandal del balcón donde estaba y un viejo más amargado que yo se atrevió a hundirme su asqueroso dedo en la espalda, y a manotear y gesticulando de una forma de lo más grosera y desagradable para hacer notar que no lo dejaba ver, según él... caray, hubiera comprado lugares más adelante para que nadie le estorbara!!! Total que volteo con mi mejor sonrisa y me acerco a él, diciéndole que se calmara, que se relajara, que a su edad no era bueno hacer ese tipo de aspavientos, que podía darle un infarto... la parejita de gays que estaban a mi lado derecho voltearon y lo vieron con risitas disimuladas, y mi amiga me agarró el brazo como temiendo que el señor fuera a reaccionar de forma violenta. La verdad es que no me gusta mucho eso de dejar a las personas en ridículo, pero en el pedir está el dar, y su forma de pedir no sólo no fue clara, sino que fue de lo más grosera. En fin, yo me divertí poniéndolo en su lugar. Shame on him.