09 abril 2008

Sí a las corridas (con un twist)!!!

torotura Una de las cosas que más detesto es el maltrato a los animales, el maltrato entre humanos es otra cosa, algo que nos distingue del resto de los seres vivos es la voluntad, y así, uno verá si se defiende del maltrato, si corresponde a la agresión o si se aguanta y ya. Las corridas de toros me parecen un espectáculo aberrante que nos denigra como especie pensante y poseedora de voluntad, a fin de cuentas, los seres humanos somos inquilinos en este planeta, llegamos después de muchos otros seres vivos que ya estaban presentes, por lo cual deberíamos mostrar nuestra "superioridad" y nuestro desarrollo teniendo al menos un poco de respeto hacia el resto de las especies. Les dejo un artículo del escritor Mario Cruz, que me pareció bastante adecuado. Saludos.

MARIO CRUZ OPINA:
¡SÍ A LAS CORRIDAS!


¿Pues no que Mario Cruz es defensor de los animales?, se preguntarán algunos por el título de este artículo. Momento. Lean, y verán a dónde me dirijo...

Hace un par de días tuve la desgracia de leer la columna de Paco Ignacio Taibo I que regularmente se publica en la sección cultural de El Universal. En el artículo en turno, el respetado y hasta venerado pro-hombre de la cultura nacional (venerado por el sistema, no por mí, claro), realiza una apología de las corridas de toros, elevándolas al nivel del arte, adornando su opinión con los idiotas lugares comunes que suelen utilizar los defensores de eso que no es arte ni cultura, sino un simple y vulgar negocio. Dice el gran escritor Taibo (perdón, me acabo de carcajear) que si no fuera por las corridas de toros no habrían existido joyas de la literatura y la música, y menciona a Hemingway, a la ópera Carmen y demás. Perdonen mi ignorancia, pero he visto en un par de ocasiones la ópera Carmen, de George Bizet, y me parece que no es una apología de las corridas de toros, sino el marco y el entorno para el desarrollo de una trágica historia de amor. Y en cuanto a Hemingway, me gusta “El viejo y el mar”, y nada más, y esa no habla de las corridas de toros. Sé que a Hemingway le gustaba presenciar ese “espectáculo”, y me parece totalmente deplorable, pero más deplorable el que el cultísimo(?!) Paco Ignacio Taibo recurra a esos ejemplos facilotes para fundamentar sus chocheras, digo, sus dichos. Además, eso de
decir que si no fuera por las corridas de toros no habrían existido joyas literarias o musicales, sería como decir que si no hubiera sido por los nazis no se habría escrito el diario de Ana Frank, y que por lo tanto ¡que vivan los nazis!
toro
Esto me lleva a confirmar una vez más lo mal que está la cultura en México. ¿Qué clase de gentuza es la que conforma las capillas literarias, institutos de cultura y las guaridas del sistema? Los modernos “líderes” de la sociedad mexicana son una mierda. Recordemos la visita a China de Fox y compañía, cuando la comitiva, y entre ellos
Sari Bermúdez, Secretaria de Cultura, se pusieron a corretear como retrasados mentales, sin ningún respeto, entre los Guerreros de Terracota, que son patrimonio cultural de la humanidad. Los chinos deben haber pensado que, si así se comportan los dirigentes, el resto de los mexicanos debemos ser una horda de salvajes, y encima tarados. Es como si, en una visita oficial, el presidente chino y su comitiva se pusieran a jugar al tiro al blanco con la Virgen de Guadalupe, en plena Basílica (de un símbolo a otro, en lo personal me quedo con los Guerreros de Terracota).

Y para ahondar en el tema taurino, basta hojear la sección de sociales de cualquier periódico los lunes. Ustedes pueden hacer ese pequeño ejercicio. Miren las fotografías que hay en la primera plana de esa sección. Muy probablemente serán de la corrida del día anterior. Ahora observen quiénes aparecen en las fotos: personalidades del medio “artístico”, televisivo, cultural, político y religioso (católico, generalmente).
Gente que declara públicamente estar a favor de la vida, que denuncia el aborto, el condón y hasta las películas y libros de terror como parte de “la cultura de la muerte”, pero que en esas fotos se muestran sonrientes y complacidos ante las “hazañas” de los matanceros en traje de luces. Lo peor de todo es que en esas mismas fotos verán a muchos de ellos acompañados de sus hijos. Se han realizado estudios sicológicos en convictos, en los que se demuestra que los niños que maltratan a los animales, o son testigos recurrentes de maltrato a los mismos, tienen una alta probabilidad de convertirse en asesinos, violadores, secuestradores, (o delincuentes de cuello blanco como los del Fobaproa), cuando llegan a la edad adulta. Ah, pero claro que no le echarán la culpa a las corridas de toros, las peleas de perros o las peleas de gallos. La culpa la tendrán las canciones de Marilyn Manson, las películas de Clive Barker y hasta los modestos libros de este humilde servidor. ¿Cuántos padres de familia que han quemado “Obra del Maligno” no serán aficionados a la tauromaquia?pamplona 7 july 2007 pormenor sangue

“¿Pero cómo se atreve un escritor que hace apología del sadismo y la violencia (y el satanismo, dirán, seguramente) a hablar en contra de las corridas de toros?”, replicarán esos padres de familia y esos pulcros representantes de la cultura mexicana. Primero, mis escritos son ficción literaria. En las corridas se asesinan a toros de carne y hueso. En el género de terror existe la justicia poética, y los que mueren destazados o en cualquier otra forma son los que se lo merecen.
En las corridas de toros se matan con lujo de crueldad a seres inocentes, y eso ocurre en la realidad, no en un libro. Y en mis escritos, los que mueren son los humanos, no los animales (en Luces en el bosque muere el pastor alemán, pero su existencia continúa junto al niño que era su amigo, más allá de la muerte). Además, las corridas de toros no implican una lucha en igualdad de condiciones, pues son conocidas las artimañas de que se valen, en muchas ocasiones, para “ablandar” a los toros: untarles irritantes en las patas, vaselina en los ojos para nublarles la visión, limarles los cuernos, clavarles agujas en los testículos, etcétera. ¿Por qué no se enfrentan los toreros a mano limpia contra un toro en perfectas condiciones? A ver qué tan machos serían...

Si estuviera en mi poder, no dudaría en prohibir las corridas de toros, las peleas de gallos y las peleas de perros. Y antes de que esos seudointelectuales me descalifiquen diciendo que estoy loco, me permito recordarles, o por si no lo saben, que en el siglo XIX alguien llevó a la práctica esas prohibiciones. Su nombre era BENITO JUÁREZ, quien antes de llegar a la presidencia, cuando aún era gobernador de su natal Oaxaca, uno de sus primeros decretos fue la estricta prohibición de las peleas de gallos y las corridas de toros en todo el territorio de su jurisdicción,
calificando esas fiestas como “SALVAJES E INDIGNAS DE UN PUEBLO CIVILIZADO”.

Actualmente vivimos bajo el neoliberalismo panista de ultraderecha que a toda costa pretende manchar y desvirtuar la memoria de Juárez (en el colegio católico donde estudié lo llamaban “el Beno”, y en la clase de Historia, sí, de Historia de México, me enseñaron que, al morir, “el Beno” se fue al Infierno), pero lo cierto, para mí, es que sólo Don Benito Juárez y Don Lázaro Cárdenas han sido los únicos presidentes estadistas de México. Todos los demás han sido una punta de bribones, ladrones y vendepatrias (incluyendo a Madero, quien además se sentía médium). JUÁREZ, en cambio, ha sido el único y auténtico presidente humanista de este país, el único que se atrevió a promulgar un decreto en contra de las corridas de toros y los intereses que de éstas siempre se han generado. No recuerdo si fue el propio Juárez quien dijo que
“el grado de civilización de un pueblo se mide por su respeto a los seres indefensos”.

Así que dejémonos de pretextos:
las corridas de toros no son sino un enorme negocio del que participan actualmente no sólo quienes las organizan, sino los medios de comunicación y hasta el clero. ¿Acaso los curas no bendicen a los toreros antes de que salgan a la matanza? ¿A eso le llaman arte y cultura? ¡Qué hijos de puta! Sí, tú también, maldito ruco taurófilo... La ópera Carmen... ¡qué pelmazo!

Pero en vista de que no voy a convencer a quienes están a favor de las corridas, les propongo algo. Ya que, según ellos, lo que les atrae es el oropel, es decir, la música del pasodoble, el paseíllo, los trajes de luces, los capotes, el ruedo, la arena, el-sol-y-sombra, y el ambiente y “tradición” que rodean a la matanza, a lo cual le llaman arte y cultura, lo que les propongo es que siga todo ese aparato, ese oropel, sólo que con una pequeña variación: sustituír a los toros, que son animales inocentes, por otros animales, que de inocentes no tienen nada. Es por eso que este escritor servidor de ustedes propone:

SÍ A LAS CORRIDAS... ¡DE HUMANOS!

Y muy especialmente, de toreros, sí, de esos que dicen tener la vocación, la entrega y el “valor” para la fiesta brava. Que siga la fiesta tal cual, con sus pasodobles, sus paseíllos, jueces de plaza y demás, sólo que en lugar de que salga al ruedo un toro de Mimiahuapan,
que mejor salga uno de esos toreros, con traje de luces si lo desea, previamente ablandado con un irritante en los pies, agujas en los testículos, vaselina en los ojos y con las manos atadas, por aquello de que se pudiera defender más de la cuenta. ¿Quiénes lo torearán? Pues los nuevos toreros: los anti-toreros, provistos de capotes y banderillas iguales a las de antes. Habrá lanceros de a caballo, que le clavarán la misma lanza que usaban en los toros, para debilitarlo todavía más. Luego, el primer par de banderillas: dos bien clavadas en la espalda del torero, haciendo que la sangre chorree a través del traje de luces. ¡Ole! ¡Ole! Ya me lo imagino. ¡Qué buen espectáculo! ¡Ahora de verdad sería arte, fiesta brava y tradición! Que sigan unos cuantos capotazos. Venga la “Verónica”. ¡Ole! Ya es tiempo de un nuevo par de banderillas. ¡Eso! ¡Anti-torero! ¡Mataor! ¡Aplausos, y que suene el pasodoble! El torero ya se tambalea, pero aún tiene que seguir con vida para el acto final: ¡la puntilla!179650111_9a455223ed_o

¡Auch! ¡El anti-torero no le atinó a la primera! ¡Le clavó el cuchillo chocando con las vértebras cervicales! ¡Dejó al torero paralítico, pero aún no lo mata! Bueno, nadie es perfecto... Lo intentará de nuevo. ¡Ahora sí! ¡Lo consiguió, y el torero cae muerto al instante! Gritos de entusiasmo... ¡La orquesta toca la diana! El juez de plaza declara que, puesto que no descabelló a la primera, sólo recibirá una oreja y un testículo. Peor es nada... De todos modos, el anti-torero sale del ruedo entre una lluvia de claveles y los aplausos del respetable, mientras al torero muerto lo sacan con el consabido arrastre. Mañana, el distinguido público que acudió a la corrida aparecerá en la sección de sociales. Claro que no será el mismo público de antes, porque esos, los de antes, están actualmente siendo preparados y alimentados en las ganaderías de humanos, con miras a la corrida del próximo domingo.

No se pierdan el próximo cartel: van a torear a un obispo que antes asistía, con todo y puro, a las corridas de toros; y a un alto ejecutivo de una empresa televisiva que disfrutaba con el sufrimiento de un pobre animal. Ahora ellos serán las víctimas. Y yo, con mucho gusto, ofrezco mis servicios como juez de plaza. Así puedo determinar quién merece las dos orejas y quién no.

Que todo siga prácticamente igual, salvo con ese pequeño cambio, y complaceremos a los medios de comunicación que incluyen las corridas en sus secciones de deportes. Ah, y desde ahora pienso tomar lecciones de novillero para que un día pueda torear a Paco Ignacio Taibo cuando le toque su turno de derramar su sangre en el ruedo. Ya que le gustan tanto las corridas, ¿por qué privarlo de ser el protagonista de una de ellas?

¿Ya ven cómo sí estoy a favor de las corridas? ¡Olé!



Vía: Alrescate.org

14 comentarios:

Caminante dijo...

La probabilidad de que un menor se convierta en un adulto violento aumenta si el ejerce el maltrato a los animales, si lo contempla lo mas seguro es que se insensibilize al dolor ajeno pero no busca ejercerlo.

Pues los diputados ahora que andan tan afanositos normando de la manera mas wannabe la vida de la ciudad deberian hacer algo al respecto.

Liveth dijo...

holaaaaaaaaa

a mi no me gustan las corridas de toros, bueno nunca he ido a ninguna pero no me llama la atencion, se me hace cruel aunque sea una tradicion aun asi es cruel

besos

Blue. dijo...

Caminante, estoy de acuerdo, aunque no creo que sea algo estrictamente delimitado, que no buscará hacerlo, probablemente al sentirse superior y ajeno al dolor, pueda ejercerlo al restarle importancia.

Lei, hola, a mí tampoco me gustan, sí he ido, cuando aún no tenía edad para decidir, y es sumamente cruel, además de enfermo ver a la gente gozar con ello, saludos.

El propio Tomás dijo...

Entiendo lo que dices, pero en verdad hace falta conocer mejor la tauromaquia. Lo peor del asunto es el negocio en el que se ha vuelto, pero hablar al respecto con un matador te hará entender varias cosas. Volvámonos vegetarianos, entonces. Como dijo Francisco de Asís "los animales son mis amigos y yo no me como a mis amigos".

Blue. dijo...

Tomás, no hablo sin conocer del tema, en mi familia es tradición, y de hecho, para mi vergüenza, hay uno que otro matador, que sienten que honran su origen ibérico dedicándose a ello. Mi abuelo fue ganadero, y créeme, gran diferencia hay en las dos actividades. En el rastro no veo la fascinación por la sangre y el morbo, que en el ambiente taurino llaman misticismo y simbolismos, valores representados en el acto y demás... En la naturaleza existe un ciclo, en el cual el entretenimiento es cosa aparte, no confundas.

galleta dijo...

Yo no le veo bronca en que mates a una res para comértela.
Pero sí le veo bronca a que te provoque el más mínimo placer ver a un animal agonizar mientras lo torturan. Perdón, pero me parece enfermo y carente de toda lógica, por más que lo disfracen con "cultura".
Blue estoy de acuerdo contigo, la "fiesta brava" APESTA, shame on them!

Blue. dijo...

Galleta, enfermo, exactamente, esa es la palabra... a fin de cuentas, como lo quieran justificar, son patrañas, matan poco a poco y con lujo de dolor a un animal, por puro entretenimiento. Abrazo niPixieniBlue

Me dijo...

Pues si es una lástima que haya gente que guste y goce de estas cosas. Estoy en total desacuerdo con esto, pero tampoco estoy de acuerdo con lo que proponen. Osea que sería caer exactamente en lo mismo, gozar al ver como se lastima a otro animal (llamado hombre).

No se puede ni se podrá hacer nada para evitar las corridas de toros, no por gente adinerada, sino porque entra en la categoría de costumbres y tradiciones. Es parte de la cultura de un lugar. Así pues no se puede evitar todo el sufrimiento que le provocan a un animal en Real de Catorce, porque es tradición de un pueblo quitarle la piel vivo..

Es todo un rollo, pero aún así, tienen razón.. es muy enfermo gozar de las corridas de toros.

Saludos!

A dijo...

Blue, no puedo estar mas de acuerdo contigo, de verdad...no sabes el gusto que me da (mucho) cuando cornan al torero...de verdad, yo le voy al toro...

Nunca he ido un lugar de esos, me duele, me lastima hondamente ver ese sadismo, ese cinismo, esa crueldad. Entiendo que somos de todos los animales, el unico que puede llegar a sel malvado y tripas negras.

Aun si no se tratara de toros, igual estoy en contra de peleas de gallos y peleas de perros, y peleas de niños, creo que somos responsables de aquellos que son mas debiles (y no hablo de la fuerza fisica)

Como dijo Galleta, no tengo problema comnn comer carne, por que es un ciclo de vida, una cadena alimenticia (a mi me podria comer un cocodrilo, por ejemplo) me encanta casi todo tipo de proteina, pero no soporto el sadismo (a menos que sea sexual, consentido y entre adultos, humanos)

Gracias por compartir, en mi blog hay una entrada de este mismo tema, , creo que se llama 'pepe es inocente'' o algo asi, ya no recuerdo bien.

Un abrazo y besos pacificos
A.

Blue. dijo...

Lili, yo sé que no estás de acuerdo con lo que se propone en ese texto, es sólo un ejercicio literario, aunque para serte sincero no me molestaría en algún momento auspiciar a alguien que lo hiciera a un matador o a uno de los que organizan peleas de perros... Gracias por tu visita, un abrazo.

A, es la onda cuando le parten la madre al torero, ojalá lo viéramos más seguido... Tienes razón en que somos el único animal que desarrolla la maldad, es como cuando dicen que un perro de cierta raza, como un dobermann o un pitbull "son malos", cuando eso es concepto de humanos.
Buscaré en tu blog, lo prometo. Gracias por la visita y un abrazo.

cors dijo...

Odio con todo mi corazón la fiesta taurina, sin embargo confieso que nunca he ido a una corrida de toros. Una profesora está empeñada en que TENEMOS que ir y casi casi que nos tiene que gustar. Por fortuna no es temporada, que si no ya hubiera tenido que hacer una crónica o algo así...

Mis amigos van cada que pueden, no me odies... jojo... pero creo que voy a darme una vuelta un día de estos.

Y es que sabes qué más??? Es una cosa como muy folclórica y de tradición, estoy a favor de la identidad cultural y eso. Ammm aunque también me gustan los animales... (excepto los pájaros que me dan miedo). Es precisamente por eso que tengo que ir.

Y luego de esto chorote te tengo una pregunta... ¿eres vegetariano? Luego hablamos al respecto ja.

Cuídese "Blue, Papacito, Cuero, Apachurro, Gordo, Hey tú, el de azul" jojojo

Paleta* dijo...

Ay la neta yo odio todo eso!!! cualquier cosas que involucre el lastimar algun animal, o entre ellos como las peleas de gallos :S nooo se me hace de lo mas nasty!

Besitos blueee!!!

Blue. dijo...

Hola Cors, pues sí, es cosa de que lo cheques y lo vivas, para que sepas cuál es tu posición al respecto, yo como menciono antes, he estado inmerso en ese folklore como le llamas desde niño, y así me forjé mi postura. No, no soy vegetariano, y considero que es muy diferente matar a un animal, como parte de un ciclo biológico, por alimentación, que por esparcimiento, y por identidad cultural... es una pena que una cultura se afane en destruir su medio por preservarse como tal. Un abrazo!

Lollipop, que gusto tenerte por acá, pues sí, son cosas detestables, terribles, denigrantes... super nasty, y muy digno de wannabes de la revista Hola!

Besos Lollipop!!!

Anónimo dijo...

mmm... si... realmente me desagradan, pero si suena interesante lo del "matador".

Hay que ser parejo no discriminar solo por que es nuestra misma especie.